La quiropráctica se define como el análisis, diagnóstico y tratamiento para el ajuste de las alteraciones vertebrales de nuestro sistema nervioso. Se caracteriza por prescindir de medicamentos y cirugías. Tiene como finalidad reducir la presión de nuestro sistema nervioso. Al padecer alguno de los síntomas que trata la quiropráctica no es aconsejable la automedicación.
Siempre se debe acudir a un especialista, pues pueden ser diversas las causas de nuestra dolencia. Disponemos de especialistas en todo el mundo, por ejemplo, hay centros de quiropráctica en Barcelona de gran prestigio. Sin embargo se trata de una profesión no regulada en España.
La quiropráctica es sinónimo de salud, proporcionándonos una vida sana que favorece la prevención de enfermedades. Mediante exámenes y análisis del paciente se realiza un diagnóstico para su tratamiento. A través de procedimientos terapéuticos, rehabilitación, ejercicios, cambios nutricionales y hábitos de vida se puede curar cualquier tipo de lesión vertebral.
Este método ofrece diversas ventajas y algunos inconvenientes. En cuanto a los pros, se ha demostrado su eficacia mediante la manipulación manual. Prescinde de medicación (evitando la adicción o cualquier problema perjudicial). Son muchos los que recomiendan acudir a un quiropráctico antes que a otro profesional. Pues según las estadísticas, la quiropráctica es la tercera profesión sanitaria mundial en orden de relevancia (después de la medicina general y la odontología).
Algunos de los contras, en algunos casos el proceso del tratamiento es largo (en comparación con otro tipo de especialista). No está cubierto por la Seguridad Social. El coste, en ocasiones, es elevado.
Mediante la manipulación de un especialista se pueden curar diversas dolencias: dolores de espalda, lumbago, hernias discales, ciáticas, vértigos, migrañas, contracturas musculares, torticolis, esguinces cervicales, escoliosis, entre otros. Estas dolencias, además, pueden perjudicar en otras áreas de nuestro organismo (digestiones, problemas reproductivos, tensión alta, falta de defensas, desequilibrios emocionales, cambios en nuestro metabolismo, problemas circulatorios…).
Por ello, es de gran importancia acudir siempre a un profesional ante cualquier dolencia para la regeneración de nuestro sistema y favorecer nuestra salud.
Son múltiples los beneficios de los tratamientos quiroprácticos, tanto física como emocionalmente. En el ámbito físico: ayuda a prevenir el envejecimiento precoz, favorece el rendimiento físico, aumenta las defensas, previene enfermedades y favorece a la actividad sexual. En el ámbito emocional: mejora el rendimiento intelectual facilitando la agilidad mental, la memoria, la concentración y los reflejos; proporciona bienestar y, por tanto, un estado de ánimo más positivo.
La quiropráctica es una medicina alternativa efectiva de gran reputación que prescinde de medicación y cirugía. La quiropráctica abarca diversas materias: anatomía, ortopedia, neurología, química, fisiología y otras ciencias de la salud. La profesión quiropráctica está regulada por Organización Mundial de la Salud (OMS) en diversos países de Europa y del mundo. Sin embargo, en España no está legalizada esta profesión. Se fundó la Asociación Española de Quiropráctica en 1986 (con el beneplácito del Ministerio de Sanidad) que tiene como objetivo la regulación e integración de esta profesión en el sistema sanitario.